La angustiante inminencia de lo incierto

 Conocí personas a las cuales las amé desde el primer momento. Me enteré de cosas que siempre estuvieron estirándome de las manos para poder al fin descubrirlas, para quizás comprenderlas o simplemente lograr hacerme a un lado y ya no concurrirlas. Aprendí a ser paciente, a tratar de manejar mis emociones, mis impulsos. Me decepcioné más que de costumbre. Lloré a mares, me abracé, me odié, quise huir tantas veces de mí misma, pero al final de todo, al final del camino, me doy cuenta que si no me quiero a mí, nadie más lo hará. Reí, reí tanto que pensé que ese vacío que tenía ya al fin me dejaría. Pero no, al final del día ahí sigue acompañándome en las noches, para hacerme sentir que a veces la felicidad no lo es todo. Ese vacío que viene con recuerdos que hacen un poco daño si les dejo. Me seguirán a dónde vaya, porque están impregnados en cada parte de mi piel. Fuiste incertidumbre, caos, miedo, tristeza, llanto, depresión, soledad, pero también fuiste el más eficaz organizador de pr

 Por estar con quienes me necesitan soy capaz de cruzar un mar nadando. Un camino de lava El desierto de Sahara El bosque suicida, buscando salida. Todo por estar ahí más que nada. Comprendiendo sus silencios, abrazando con franqueza, curando sus heridas con delicadeza. Seré aquél hogar, en el que nadie les pueda juzgar, ni dañar nunca más. Les protegería a capa y espada de todo mal. Uniría como a un rompecabezas esos corazones rotos, que volveríamos a empezar una y otra vez si fuese necesario. Que juntos podamos crear aquél rinconcito más seguro en el mundo.

Me inscribí a un montón de actividades para no pensarte, para no extrañarte, para no buscarte. Cerré las redes sociales por meses. Me conseguí dos trabajos, uno por las tardes, otra por las noches, y en las mañanas iba al instituto. Si tengo horarios libres, realizo reemplazos en las escuelas en las que me llaman. Hacía un montón de cosas, para llegar cansada a casa y no pensar en nada más que dormir y descansar. Conocí y me perdí en varias ciudades, sabes? Pero tuve experiencias muy bonitas, conocí niños estupendos, adolescentes en etapas de travesuras. Padres que reclaman hasta por el aire que le toca al niño, profesores amorosos, colegios que no sabía que existían. Caminé sola por las calles, sin ganas de regresar a casa, fui a plazas, observé árboles enormes pero de verdad, era un coloso con raíces que abarcaban todo el espacio, me hubiese gustado que lo vieras. Cuidé de un abuelo que me contó todas sus historias de aquellas épocas de dictadura, me habló acerca de su huerta, de aqu

 Pensar tanto puede malir sal Perdí mi sueldo de un día de trasnochar, al salir de la sala del hospital. La persona que lo encontró, debió rogarle tanto a Dios, por obtener algo, capaz y le haya servido más a él, que a mí. Perdí tres colectivos por quedarme mirando en la nada. Llegué tarde a casa por sentarme en la parada de buses, mirando a la gente pasar. Imaginándome la vida que deben tener los demás, caótica y desastrosamente hermosa. Salí tarde de casa, llevé mi carpeta en la mano y en el camino se me fueron callendo por partes, mis facturas de los pagos del instituto. Debí presentarme en la terminal de ómnibus y terminé en el aeropuerto. Puede salir mal No entregué documentos a tiempo. No imprimí las guías de trabajo aún sabiendo que no hay tantas librerías disponibles en la zona. Y si, perdón mamá no te avisé que necesitaba que me compres materiales y ya son las 21 p.m Metí al microondas el yogurt y no la leche. Le puse sal al café en vez de azúcar. No le saqué el envoltorio al

 El gato está sentado en el borde de la otra cama, se relame y me mira. ¿Qué se sentiría tener siete vidas? Se lame una y otra vez. Sí que tienes buena vida Nunca deja que lo toque, ni siquiera que me acerque a él. Pero en las madrugadas se posa sobre mi pecho, y me mira fijamente. Tal vez piensa en las mil maneras de acabar conmigo o intenta descifrar algún secreto. Lo quito de encima, me giro y empiezo a llorar una vez más, creo que ya es normal. Todas las madrugadas el mismo ritual. El gato y yo, en soledad. Él llora por querer salir, y yo de igual manera, por huir de mí. Las paredes están húmedas, noto un orificio en ella, me acerco para saber que puedo ver desde ahí, y nada interesante, la casa del vecino con sus luces navideñas que titilean. Mientras pienso en el poco espíritu navideño que tiene la mía. Ya van las 03 a.m No me llegan mensajes inesperados, ni por error. Claro, hay gente normal que duerme en horario. Me fijo en las redes sociales; Los hospitales están abarrotados C

 Así como el gato, me avisaba, me lloraba, me rogaba que lo deje salir en esa madrugada.  Y yo, no, no le hice caso. ¿Quién en su sano juicio se levantaría en la madrugada a abrir la ventana?  Ventana que al abrir hace un sonido que se oye de aquí a la luna, pero más me justifico porque, hacía mucho frío para levantarme estando tan cómoda, así que preferí hacer  caso omiso a sus llantos, hasta que después de tanto avisarme, de maullarme, de molestarme, de gritarme, de tirar todo lo que encontraba a su paso. Como venganza se hizo mierda, una caca con olor horrible. Arrepintiéndome por no haberle hecho caso a sus avisos. Me levanto enojada y desganada a limpiar Irónicamente empiezo a pensar en vos, lo empiezo a correlacionar. ¿Será que siempre me advertías de que lo nuestro ya no iba para más? -Sí, ya sé. Discúlpame señor gato pero espera a que termine con mis pensamientos y luego te abro la ventana. ¿Tal vez siempre actuaste de mil maneras insanas para que yo ceda y termine con todo

 Pero no es tiempo de volver a creer? De confiar, a pesar de creer que podrían cagarse en vos una y mil veces, que ocurrirá nuevamente algo que te desilusione completamente. Pasamos por situaciones que nos hacen sentir mal, que nos lastiman, pero es parte de la vida dicen..  Sólo de esa forma aprendemos, aprendemos a perdonar, a llorar, a comprender las razones del otro, del porqué lo hizo, del porqué actuó de esa forma.  Sólo de esa manera crecemos, al errar, al llorar, al sufrir, al reír.  Nos venden esa historia de que debemos estar con el equivocado, hasta que llegue el indicado o besar sapos tal vez.. hasta que llegue ese príncipe azul que nos saque de ese castillo, de ese encierro en el cuál nos metimos por no tener un poco de amor propio, por no tener la suficiente valentía de salvarnos solas, de tratar de ser una verdadera valiente que no necesita de nadie, nos convertimos en la gran Elsa viviendo en el reino de hielo.  Pasar por diferentes situaciones para por fin estar con e

 Necesito en verdad unos tips, para llamar tu atención uno que sirva. Viste mi historia, da igual no significa nada, LASTIMOSAMENTE.  Muero porque me escribas, me hables de tus cosas, que sea como antes anhelo tanto eso. Pero sé que no ocurrirá de igual manera, ya estás con alguien más, alguien mejor que yo. Y me lo he planteado nunca fui buena novia, nunca fui buena persona, nunca me esforcé por hacer las cosas bien y mientras escribo me vienen a la mente los malos ratos que pasé, al tratar de mover cielo y tierra por estar con vos.  Mientras vos chocho y cómodo dándote igual.  Es que, que tenes para tenerme así, que me diste o que hiciste para que siga tan al pendiente de vos, que me hagas sentir un terremoto dentro de mí, que me hagas temblar sin estar aquí.  Te siento tan cerca y a la vez tan lejos, siento que algo aún hay para mí, para vos. Para los dos, es que dicen que un pasado sin resolver, siempre volverá. Sea amado u odiado, todos alguna vez volvieron a ese amo

 Tan mal me puedo sentir con respecto a todo lo que ha pasado. Si, PASADO. Yo aún teniéndolo en mi presente, creyendo que ya todo eso lo superé, todo ese mal rato que me hicieron pasar, todo lo que dí por esa persona, para que al final le haya importado una mierda mis sentimientos, que no se haya puesto a pensar en lo destruída que me dejó, fingiendo que todo está bien, cuando no es así.  Lo último que me dijiste sigue dando vueltas en mi cabeza, esa fue tu respuesta a todo.  "Si sentía algo" ¿Qué fue lo que en verdad sentías por mí?  En verdad estuviste ahí o sólo te gustaba como te llenaba esos espacios vacíos, como te llenaba el ego, como te hacia sentir que alguien te dé tanta importancia, tanto valor sabiendo que estabas más solo que cualquiera.  No tenías a nadie más, en cambio yo estuve ahí y no me viste.  ¿Que sí sentías algo?  Tratando de hacerme encajar, tratando de hacer siempre que me parezca a alguien más.  ¿Qué hice yo?  Desearte, amarte, extrañarte, buscarte

Vuelves para atormentarme, para hacerme sentir vulnerable, vuelves para hacerme sentir frágil ante ti. Vuelves cada otoño, cada invierno para hibernar junto a mí.  Creí que ya no regresarías, que ya no me buscarías, que me olvidarías para empezar tu nueva vida, te veía feliz, contento, y un tanto destruído por dentro, como si no te conociera, como si no supiera que por dentro te sentís insuficiente, que te sentís insignificante, con ganas de que una sola vez te salga una buena.  Al recibir tu mensaje sentía como se me partía el corazón en miles de trozos, partes que llevan tu nombre desde siempre.  Pero               Volviste.

 Me hubiese encantado ser uno de tus tantos vicios. Ser ese sorbo de café que tanto disfrutas en los días de invierno, esos inviernos que tanto odias pero a su vez lo disfrutas.  Poder ser la razón de tus insomnios pero bien sabemos que es por la adrenalina que te queda después de ese polvo mágico que hechiza, que te hace viajar a un mundo mejor para vos, a un mundo donde eres el puto amo. Me hubiese encantado ser ese pucho que disfrutas cuando te sentís ansioso. Ese pucho que tanto te relaja en las tardes en la cuál todo es un caos para vos. Me hubiese encantado ser ese cielo al cuál tanto admiras, ese cielo que te hace recordar miles de cosas, que te hacen sentir vivo. Ese cielo al cuál tanto fotografías porque amas cada detalle, cada forma de las nubes, cada tono de color que obtiene.  Me hubiese encantado ser esa birra fría en las noches de verano, esa que compartis junto a tus amigos después de varias charlas.  Esa birra que bebes después de una larga jornada de trabajo, ese trab

 Después de tantos días sin pensarte, sin buscarte, sin stalkearte.  No me resistí y volví a revisar tus redes, sí, fui un tanto atrevida.  Pero lo siento, no me aguanté.  No vi nada nuevo aunque temblara, mi corazón latía a mil por hora, me sudaban las manos y eso que sólo estaba viendo tus redes sociales, para ver si me encontraba con algo que me parta aún más el corazón, algo que me haga sentir un poco más miserable o tal vez algo que me llene un poco de esperanza, algo que diga que aún piensas en mí, como yo con vos. Me preguntan si; ¿Quisiera olvidarte alguna vez? Pero la pregunta debería haber sido. ¿Podría llegar a olvidarte algún día?  Jamás sé que contestar, pero les miento diciendo que sí, quisiera poder sacarte de mi mente y de mis pensamientos, dejar de soñarte en las noches, que dejes de estar en cada cosa que digo, que hago, que veo. Porque ya no estás, ya no estarás, ya no vendrás. Ya no te veré.  Quisiera poder estar sin la intriga, sin esas ansias por buscarte,

 No sé en cuál de las etapas del olvido estoy, si es que las hay, vagamente lo había leído en alguna cuenta de Instagram, de las que hacen que entres en razón, de esas imágenes que te salen en el momento justo, que las lees cuando necesitabas algo que te impulse o te motive a que entres en razón y te des cuenta de cómo son las cosas.. pues sí, una de esas, en las que apareces en mis pensamientos todos los días y todas las noches, para atormentarme, para hacerme sentir peor de lo que estoy, para sentirme un poco más culpable de todo, justo y como me hacías sentir cuando estábamos juntos, que nuestra relación no avanzaba por culpa mía, que juntos no íbamos a ningún lado. Pero me hago mil preguntas todos los días. ¿Qué más querías de mí? ¿Quemás querías que hiciera por nuestra relación?  ¿Por qué si algo te molestaba no me lo dijiste?  Porqué y diez mil porqués.  Trato de justificarte, porque sí, porque por más que lo intentaba, te entregué todo, pero me olvidé de mí.

Lo que menos importa en tiempos de encierro son; cómo lo estás sobrellevando, que tantas crisis tuviste, que tan deprimente son tus días en cuarentena.  Promesas.  Cuando nos veamos, te abrazaré tan fuerte que se te olvidarán tus penas.  Cuando nos veamos, te llevaré a lugares en los que puedas despejar tu mente.  Cuando nos veamos, estaré con vos escuchando tus quilombos. Cuando nos veamos, querré que me cuentes que pensamientos te estuvieron por llevar al borde de la locura. Cuando nos veamos, tendrás un hombro en donde llorar. Es bonito fantasear e idealizar, no? En días de abstinencia  De buenos días, recibís fotos de un pene De buenas tardes, recibís fotos de un pene De buenas noches, ¿Qué esperas recibir? Fotos de un pene. -Dale, decime que te gusta, sé vulgar conmigo, dale no seas tímida, cómo no te va a gustar.  -¿La tengo chiquita? No tengo miedo al rechazo, decime que tan grande la tengo. -Que no sabes en las posiciones que te pondría y lo bien que te comería.  Los placeres c

Esto ya no es igual que ayer.  Ver el sol brillar detrás de esas cortinas con la que cubres tu soledad, ese sol que ilumina entre tanta oscuridad.  Jugando con los rayos que iluminan tu mirada.  Viendo las sombra de nuestras manos en la pared. Giro alrededor del colchón buscando un poco de paz, esa efímera tranquilidad, fingiendo que todo marcha bien. Me coloco justo en el borde, me alejo de ti lo más posible para observarte mejor. Quererte ya no es lo mismo que ayer. Quererte no es lo mismo que amarme. Quererte no es lo mismo que aceptarme, que adorarme.  Estando a tu lado, en la misma cama, descubrí que simplemente no, aunque lo intentemos una vez más ya nada volverá a ser igual.  No quiero sentirme utilizada otra vez, no quiero sentir que sólo soy la que está a tu lado cuando tu mundo se derrumba y no tienes nadie más que esté con vos, no quiero volver a ser ese plato de la izquierda, ni ese vaso que uno tiene de reserva por si se le rompe el favorito, ni una suplente, ni la reempla

 De a ratos nos sentimos en plena paz, en tranquilidad.  Pero por sobre todo con una felicidad inexplicable que se apodera de todo tu cuerpo.  De a ratos caemos en el abismo, en el delirio, en la angustia, en la pena, en la soledad desesperante y en la nostalgia indescriptible.

 Te encuentro en cada canción  En cada rincón de la habitación  En cada recuerdo  En cada sueño  En cada anhelo  En cada ganas por querer volver atrás  En cada deseo de vos  En cada pensamiento En cada promesa  En cada planes que ya no son nuestros a esos planes a los que pido disculpas, que sin ser un nosostros, las cumpliré yo.  Que no se angustien, no las dejaré perecer en el olvido.

 Me mirabas con tanta delicadeza, llenando todos esos espacios vacíos y rotos con ternura. Frente a ti, me sentía frágil, que con una sola caricia hacías que mi cuerpo se parta en mil fragmentos. Me entregué entera, sin saber que lo siguiente a eso sería una herida en el corazón casi a traición. Fuiste como esos huracanes que destruyen todo a su paso, no hubo nadie que me dijera que era tiempo de salir huyendo, no habían señales de alerta, me quedé firme a tu lado, para ver el caos que ibas a provocar en mí. Para saber que tanto volverías a destruirme. Siempre torpe e ingenua creyendo que no me volvería a doler tu partida. Torpe e ingenua que sigue cayendo en los mil cuentos que se les inventan. Torpe e ingenua por dejarme llevar y derretirme en tus manos. Por creer que vos, no podrías volver a herirme tanto. Torpe e ingenua, por confiar en que esa sonrisa, no podría doler toda la vida. El tiempo pasa y nunca espera a nadie, pero yo aún sigo dejando mi puerta entre abierta por si algún

 Aprendí que no todo lo que brilla, puede ser oro, a veces es sólo un papel dorado que disfraza la verdadera realidad. A tenerme paciencia. A encontrar una salida en medio de un desierto lleno de decepciones, desilusiones y adversidades sin fin. Aprendí que también puedo herir a los demás con mis acciones, también hay personas que logran decepcionarse aún más de mí. Que en realidad no soy lo que aparento ser o lo que creo que en realidad soy. Las personas tienen un concepto distorsionado y maravillosamente distinto a la que creería que les demostraba ser, pero es todo lo contrario. Es una mezcla de un todo, que si te mareaste vos al leer, peor es conmigo. Jamás he intentado encajar en la vida de nadie, ni estar a la altura de nadie, pero saber que con más razón hay personas a las cuales no logro llenarles las expectativas, me deja colapsando. Igual no estamos aquí para llenar los espacios de nadie. Aprendí que puedo llegar a ser lo exageradamente sensible, ya que un día empecé a llorar

 Algunas noches me quedo imaginando que esto nunca llegó a su fin, que es sábado y volverás a venir. Esperando con ansias volver a recorrer cada parte de tu frío abismo. Siento un ansiedad en el pecho, una pequeña emoción se apodera de todo mi cuerpo. ¿Cómo hago para mentirles a estos sentimientos? Me coloco en posición fetal, cierro los ojos y me abrazo con fuerza. ¿En qué momento me permití sentirme tan miserable? Soy como un chiste mal contado, como un cero a la izquierda, como el relleno del relleno. Como la piña en la pizza Estúpidamente, todo tiene que ver con vos, conmigo, con nosotros. Ese nosotros que significa. No, somos. Si tan sólo supieras como duele el proceso de tener que olvidarme de vos por completo. Entenderías el porqué te sigo buscando tanto. Despertar sin tu latido, es doloroso e inmenso como el mar y el vacío sin fin como el cielo.

 Dijiste que las mujeres aprenden a golpes. Supongo que creíste que fue el mejor método de conquista a ser utilizado. (No pensaría nadie nunca) Para mí, fue un pase de salida. Como en la galleta de la fortuna, en el papelito decía que            SOS                                                un                                                                                  grandísimo                                    PELOTUDO  Recuerdo que a principio de la cuarentena, había subido un escrito, hablando acerca de esos chicos que te mandan directamente fotos íntimas sin que se lo pidas. Suponiendo que bueno, nadie le daría importancia. Me sentía como un niño quitándose un moco, y pegándolo por debajo de la mesa, creyendo que nadie lo vería haciendo eso. Pero no fue así, me escribieron hasta chicos que no conozco para intimidarme, otros mostrándose agraviados, algunos echándome la culpa de que haya 'hombres' que me manden eso, dijeron que yo misma me lo buscaba. Un sin fin d

En mí todo es un caos. Pero no te preocupes, estoy igual de feliz que un niño pintando en el jardín.

 Invítame a acampar a ese hotel de cinco millones de estrellas. Podría estar en tus brazos para siempre o descansando mi cabeza sobre tu pecho mientras me das besos en la frente.

 Todos los caminos conducen a Roma. Pero ya ninguno de esos caminos, me conducen a vos o tristemente ya no puedo tomarlos, porque no estarás para recibirme después de la tan anhelada espera. Me pierdo en callejones sin salida que entre silencios resuenan tu voz a lo lejos y choco contra la pared construida a base de tus promesas.

 Pensarte, me pone triste. Pensarte, me duele. Pensarte me rompe en pedazos. Pensarte me destruye. Porque no estás acá, no volverás a estar acá, y necesito repetirmelo todos los días. No volverás a estar acá No volverás a estar acá No volverás a estar acá No volverás a estar acá No volverás a estar acá No volverás a estar acá  No Volverás  a estar  acá Volverás a estar acá Volverás a estar acá  (Volvé)rás  a estar  acá. Te quiero acá. Me repito una y mil veces, como a un niño mandándole a realizar 100 oraciones aburridas y tediosas al día, para que se aprenda, pero yo intento aprender a mejorar mi amor propio, superar esa amargura. Entender que las cosas se tuvieron que dar de esa manera y listo, falsamente continuar.

 Te volví a esperar con ansias así como a ese último colectivo de media noche, junto a esa corazonada nerviosa. Te volví a buscar como quién busca sombra en el desierto. Te anhelaba como Voldemort anhelaba la varita de saúco de dumbledore. Buscaba la excusa perfecta para hablarte o quizás el método más rápido para lograr llamar tu atención. Puede que siga transcurriendo el tiempo, pero vos. Si, vos. Seguirás siendo la persona que me haga querer dejarlo todo.

 Antes de irte me abrazaste y entre silencios te me quedaste viendo. Para luego sorpresivamente decir;  "Tus ojos brillan más que mil estrellas, es lindo reflejarme en ellas".   Por vos ya me había lanzado del edificio más alto y sin paracaídas, sabiendo que no estarías a mi lado para toda la vida.

 Espero que estés cumpliendo tus metas, que sigas luchando por tus sueños. Que pase lo que pase, quiero verte siempre bien, a pesar de que no lo sepas, a pesar de que ya no pueda decírtelo. Desde lejos, festejaré tus triunfos, me alegraré por todas las cosas buenas que vayas logrando en la vida. Porque aunque no lo sepas, te seguiré deseando el bien, seguiré pidiéndole a la vida, que simplemente te sigan pasando mil cosas buenas. Porque aunque no lo sepas, todas las noches pido y ruego por vos, por tu bienestar, por tu felicidad, ruego a la vida, que la estés pasando bien. Que nada te quite la felicidad, que nadie te haga daño, que nadie te saque el ánimo jamás. Porque aunque no lo sepas, te sigo buscando, te sigo extrañando, sigo deseando encontrarte una vez más, una última vez. Aunque no lo sepas, anhelo que me vuelvas a buscar, que me digas que vos también me extrañas, que tampoco la pasas bien desde que no estoy con vos. Aunque no lo sepas intento ser positiva todos los días, desea

 Te escribo esto, esto que terminaré leyendo en voz alta porque sé que tú si puedes escucharme, si puedes verme, si puedes estar ahí aunque yo, ya no te pueda ver. Lo sé, porque siempre que necesito un impulso para sobrellevar ciertas cosas, siempre que dejo de pensarte, y a por fin asimilar que ya no estarás acá, te haces notar. Te extraño y te busco en todos los almuerzos familiares, esos en los que eran infaltable que vos prepares el asado, escuchando desde temprano tus canciones favoritas de los náufragos o los iracundos, haciendo esos gestos que más te caracterizaban. Previendo que no falte nada, preparándote una bebida y haciéndoles probar a todos lo rico que te ha salido. Diciendo que nadie almuerza hasta que todos estemos en la mesa. Te busco, en esos días en los que tenías que empezar a contar a cada miembro de la familia para así deducir si estaba o no, ocupado el baño. Te busco y extraño esos días en los que me llamabas para ir a almorzar con vos, porque decías que prepararí

 Dicen que lo bueno siempre tarda en llegar. También que lo bueno dura poco. Y vaya, que razón tienen. Lo que pasé con vos fue espontáneo y transitorio. Magnífico e inolvidable. Vamos, decime que verbos o adjetivos debo usar para definir aquella madrugada a tu lado. Porque nos hemos pasado nuestras vidas corrigiéndonos, reemplazando e intercambiando palabras específicas como genios en literatura. ¿Cuántos sinónimos de escrupulosidad y osadía requiero yo minuciosamente buscar e inventar para intentar así acercarme a la descripción de tu existencia? Me habías dicho que nadie en la vida te había complicado tanto las cosas como yo lo hice, que a pesar de todo, morías por verme. Estaba inquieta, hablaba hasta por los codos, te quitaba las frazadas. Estaba como una niña que recién llegaba al parque de juegos. Hasta que por alguna razón me puse a pensar en que no estoy actuando como una adulta, que debería moderar mi comportamiento, me auto reclamaba del porqué empecé a actuar así. Pero me po

 Un día me preguntaron que si tuviese la oportunidad de retroceder en el tiempo y no haberte conocido. ¿Lo haría? Entré en duda, me quedé en blanco, me puse a pensar en cómo sería todo si no te hubiera conocido. Pero en firme en mi respuesta, dije que no. Volvería en al pasado para aprovechar muchísimo más los momentos a tu lado. La segunda pregunta que me hicieron, fue que si alguna vez me arrepentí de haberte conocido.  Me causa intriga porque hasta los demás te siguen teniendo en cuenta, a pesar de que tratase de no pensarte más, porque en mi vida ya no estás. Supongo que dejaste algo en los demás, que ellos tampoco pueden superarte u olvidarte.  Mi respuesta a esa pregunta fue; que no, no me arrepiento en lo absoluto de haberte conocido, no me arrepiento de haberlo dado todo por vos, y lo seguiría dando todo aún más. Contigo aprendí tantas cosas, y una de esas. Fue que podíamos acomodarnos tan fácilmente en un sofá diminuto, y dormir por horas en ella, para que al despertar me tome

Un plan extraordinario en el que compartamos birras y charlas juntos, es mucho más de lo que espero. Que ese bucle nos encuentre mirando la televisión, sin tener ni la más pálida idea de quiénes están jugando, pero en tu compañía, todo era tan imperfectamente perfecto. Hablándome quizás de mil cosas que no comprendo, acerca de personas que ni siquiera conozco pero de tu voz todo se oye tan lindo, también lo dejaría como tarea pendiente aquellos temas que no me sé y me pondría a investigar para debatirlo aún mejor. Observaría todos los gestos que haces al hablar, me fijaría en cada pestañeo una vez más. Que decirte, que tus risas los inmortalicé y los guardé como algo tan preciado. Ya no pienso en vos como antes lo hacía, cuando sentía que sin vos moriría. Quizás ya comprendí, que vos vibrabas más alto que yo, como en una canción de Rock. Te merecías muchísimo más de lo que yo no te pude dar, siempre voy a atesorar esa sonrisa que ponías al llegar a casa, y ese abrazo que me dabas en e