Me encantaría caer en un bucle infinito con vos.

Un plan extraordinario en el que compartamos birras y charlas juntos, es mucho más de lo que espero.

Que ese bucle nos encuentre mirando la televisión, sin tener ni la más pálida idea de quiénes están jugando, pero en tu compañía, todo era tan imperfectamente perfecto.

Hablándome quizás de mil cosas que no comprendo, acerca de personas que ni siquiera conozco pero de tu voz todo se oye tan lindo, también lo dejaría como tarea pendiente aquellos temas que no me sé y me pondría a investigar para debatirlo aún mejor.

Observaría todos los gestos que haces al hablar, me fijaría en cada pestañeo una vez más.

Que decirte, que tus risas los inmortalicé y los guardé como algo tan preciado.

Ya no pienso en vos como antes lo hacía, cuando sentía que sin vos moriría.

Quizás ya comprendí, que vos vibrabas más alto que yo, como en una canción de Rock.

Te merecías muchísimo más de lo que yo no te pude dar, siempre voy a atesorar esa sonrisa que ponías al llegar a casa, y ese abrazo que me dabas en el que sentía tanta tranquilidad que con nada se podría comparar.

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