Cuarentena

 Aprendí que no todo lo que brilla, puede ser oro, a veces es sólo un papel dorado que disfraza la verdadera realidad.

A tenerme paciencia.

A encontrar una salida en medio de un desierto lleno de decepciones, desilusiones y adversidades sin fin.

Aprendí que también puedo herir a los demás con mis acciones, también hay personas que logran decepcionarse aún más de mí.

Que en realidad no soy lo que aparento ser o lo que creo que en realidad soy.

Las personas tienen un concepto distorsionado y maravillosamente distinto a la que creería que les demostraba ser, pero es todo lo contrario.

Es una mezcla de un todo, que si te mareaste vos al leer, peor es conmigo.

Jamás he intentado encajar en la vida de nadie, ni estar a la altura de nadie, pero saber que con más razón hay personas a las cuales no logro llenarles las expectativas, me deja colapsando.

Igual no estamos aquí para llenar los espacios de nadie.

Aprendí que puedo llegar a ser lo exageradamente sensible, ya que un día empecé a llorar por el simple hecho que me imaginé estando con alguien que me mentía, es que no me veo ni en pensamientos disfrutando algo.

Aprendí a cocinar croquetas.

Me animé a publicar escritos en instagram

Aprendí que puedo estar sola, manejarme sola, sin depender de nadie más, aunque muy en el fondo sé que cuando estoy desganada quiero salir corriendo a buscar a mamá y acurrucarme en sus brazos, que me diga que todo estará más que bien y que ella me apoyaría en todo momento.

Pero luego despierto entre los tantos ruidos de la ciudad de ese pensamiento y me veo en la esquina de una calle, intentando recordar a dónde iba y para qué..

Aprendí a lavarme las manos hasta que se me desgasten las palmas.

Descubrí que no todos son capaces de gastar por un alcohol en gel de calidad.

Aprendí que no es bueno darlo todo y mucho por personas que no lo valoran.

Que sólo se quedan los que si te aprecian y le sos importante.

Aprendí que la vida de adulto es horrible.

Descifre que Torpe y depositada me describen en su totalidad.

Que es bueno marcharse a tiempo.

Que el karma existe, y te termina dando por dónde más te duele.

Que no importa que tanto creas que dañando a los demás conseguirás mucho, cuando al final del día, terminas solo en el borde de la cama, con pensamientos que te terminan carcomiendo.

Que las decisiones de hoy, son las consecuencias malas del mañana.



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