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Mostrando entradas de abril, 2021

Un menú y el rompimiento

  Ni siquiera tuve el valor de detenerte, de pedirte una vez más que te quedaras. Que si te ofendí no fue mi intención, que ni siquiera lo hice, fue una pregunta muy simple y fácil de responder. Me contradigo bastante es que la bronca es grande, todo esto aún me afecta. Pagué el vino que tenía y me fui del lugar. La noche era bastante hermosa y con un poco de coraje pedí un taxi de regreso a casa. Hay días en que me despierto y la cama se vuelve tan grande que no puedo encontrarte en ningún rincón, desearía verte durmiendo a mi lado, ver tus gestos y ese suspiro quebrado que de vez en cuando das o sólo pudiéndote observar, porque siempre soy la primera en despertar, si tu vida dependiera de dormir, con gusto lo harías. Y a mí, si me pagaran por mirarte, lo haría con aún más ilusión. La habitación está más silenciosa que nunca, el resplandor del sol entra entre las rejillas de la ventana. Tendré que deshacerme de tus cosas que aún están aquí y no te has dignado a buscarlas, necesito una

Sofá

El sofá tan chiquito, se vuelve enorme desde que no estás acá, cierro los ojos imaginando que te tengo abrazándome, como todas las tardes en el que éste era nuestro infinito lugar.

Una salida y un menú

 Salimos a comer, en el mismo sitio al que solemos ir, por aquí nada ha cambiado, tal vez ofrecen un menú más variado, no sé, solo quiero preguntarte ciertas cosas y deshacerme de las dudas, lo sé. Arruinaré todo, como siempre. Nos sentamos cerca de la ventana, te sentaste frente a mí, todavía no habíamos decidido qué pedir. Te ves cansado, con ojeras y sin muchos ánimos para estar aquí. - Pedí algo que te guste, no seas indecisa, tómate tu tiempo. Estaba mirando el menú y nada me atraía, así que fui al grano. Te enfrenté con mil dudas y miedos, te pedí que me dijeras si en verdad hay alguien más; lo sospechaba, lo imaginaba, cada día estabas más distante y lo nuestro era cada vez más lejano. Necesitaba que me dijeras, sé que la respuesta que anhelaba saber me rompería en mil pedazos. Quería que la respuesta saliera de tu boca, esa boca con la que tantas veces me dijiste que me amabas, me hiciste mil promesas, me juraste tantas cosas, ahora dirían algo que me lastimaría. -No me importa

Atemporal

 Paso mis días encerrada en la habitación, tratando de dormir para no pensar más. Si salgo, veo gente extraña tratando de encajar, gente monótona sin ningún semblante de felicidad. Todo inicia automáticamente, los días son iguales que ayer, las mismas personas, los mismos problemas, las mismas excusas.  Llego a casa y me meto en la ducha, en medio de tanta agua no distingo mis lágrimas, me deshago de todo lo que soporté en el camino, luego voy e intento dormir. Todo dolor vuelve con más fuerza y me derrumba haciéndome sentir que no valgo nada. Las palabras se atoran en mi garganta, se crea un nudo que duele como mil púas. Estoy atrapada en mi mente como si fuera una prisión No puedo dejar de pensar demasiado No puedo mantener estos pensamientos fuera de mi cabeza, nunca es suficiente. Nunca termina, nunca para. Siempre va cobrando más vida.. Siento como si algo me faltara, siento un vacío que no se llena con nada..

El cigarrillo y sus planes inconclusos

 Sostenía un cigarrillo entre los dedos, exponiendo sus planes inconclusos. Las cenizas cayeron al suelo, como lo hicieron todas sus esperanzas, el humo subió y se esparció por la habitación, cada vez que lo aspiraba el fuego del cigarrillo ardía con más fuerza por segundos, como todos sus deseos. Pregúntale si le tiene miedo a la muerte y te dirá que no, tiene más miedo al olvido.                            @naiamok

Angustia

 Sentí que me ahogaba en las profundidades del lago, que unas manos me asfixiaban, el aire me sofocaba, todo me incomodaba, no estaba en ninguna parte, le pedí a alguien que incluso se fijara en mí, para notar que no estaba bien. Ese algo en mí se estaba desmoronando, sentí que ya no me pertenecía. Me abracé con fuerza, respiré hondo, nada podía durar tanto. Ese dolor, ese sentimiento, ese miedo, desaparecería. Sabía que él no podía tener tanto poder sobre mí, que de una forma u otra, podría salir de allí. Grité Te pedí que te alejaras de mí Que solo me lastimas y me conviertes en algo que odio tanto. Me vi y entendí que nadie merece sentirse así Que si supieras todo el mal que causas Si tan solo entendieras las cosas que haces mal, las cosas que dañas. Entenderías que tanto daño hace mal. Espero que alguna vez puedas sentirlo de primera mano, pero no, no te deseo tanto.

Vaivén

 Quién te quiere no te pone un freno de manos antes de ir a pasear. Reí Gritá Enojate Zapatea Dí todo lo que te moleste Pero por favor, no te calles más. Que si esa persona te limita a sentir, lamentablemente no es por ahí. Demuestra que para dar amor no eres mala, tienes mucho para dar. Que quién te da más vueltas que una calesita y te llena de vértigo, no vale la pena Es con vos, o sin nadie. No sos la segunda o la quinta opción. Elegí a quién sabe que es contigo, y sea firme en su decisión, pero no permitas que te deje en el vaivén del quizás, porque ya no da para más.

Un trébol y un adiós

 Recuerdo aquella vez que un día hicimos una apuesta, que si encontraba un trébol de cuatro hojas, te quedarías conmigo por siempre. ¿Me creerías si te contara que me topé con uno? Siempre me quedé con la idea de que aunque no estés más, debería ganar la apuesta, en cada lugar al que iba me pasaba de a ratos buscando un trébol. Y sabes qué? Te gané,                 lo encontré. Estaba allí y sólo empecé a sonreír. No lo arranqué, sólo me deslumbré al verlo. Al trébol lo dejé ahí, no nos merecíamos tanto. Y entre tanta mala suerte, descubrí que esa característica que tengo de que me vaya para el orto en todo, no es tan malo. Vos no estabas para comentarte mi gran hallazgo. Y sólo eso fue necesario para darme cuenta, que los por siempre no se cumplen, pero los hasta siempre son eternos.