Ser tu vicio

 Me hubiese encantado ser uno de tus tantos vicios.

Ser ese sorbo de café que tanto disfrutas en los días de invierno, esos inviernos que tanto odias pero a su vez lo disfrutas. 

Poder ser la razón de tus insomnios pero bien sabemos que es por la adrenalina que te queda después de ese polvo mágico que hechiza, que te hace viajar a un mundo mejor para vos, a un mundo donde eres el puto amo.

Me hubiese encantado ser ese pucho que disfrutas cuando te sentís ansioso.

Ese pucho que tanto te relaja en las tardes en la cuál todo es un caos para vos.

Me hubiese encantado ser ese cielo al cuál tanto admiras, ese cielo que te hace recordar miles de cosas, que te hacen sentir vivo.

Ese cielo al cuál tanto fotografías porque amas cada detalle, cada forma de las nubes, cada tono de color que obtiene. 

Me hubiese encantado ser esa birra fría en las noches de verano, esa que compartis junto a tus amigos después de varias charlas. 

Esa birra que bebes después de una larga jornada de trabajo, ese trabajo el cuál ya te tiene cansado y agotado. 

Pero con un poco de pucho y birra se te olvida lo horrible de ese día. 

Me hubiese gustado estar en alguno de tus planes, esos que no se te cumplen nunca. 

Me hubiese gustado que en algunas canciones que escuches me recuerdes y pienses un poco en mí. 

Que al mirar ese mueble en el cuál escribí tu apodo, pienses un poco en mí. 

Quisiera saber si piensas un poco en mí.

Que recuerdes que a pesar de todo, de los riesgos, a pesar de cualquier inconveniente que se haya podido presentar, yo estuve ahí. 

Estuve ahí pero no me notaste

Estuve ahí y a pesar de todo no llegaste a sentir nada por mí. 

Estuve ahí y no me valoraste

Estuve ahí y no me amaste. 

Yo sí, estuve ahí. 

Porque sé que como se te olvida todo, me olvidarás a mí.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una salida y un menú

Me habita tu ausencia

Un trébol y un adiós