Pensarte

 Pensarte, me pone triste.

Pensarte, me duele.

Pensarte me rompe en pedazos.

Pensarte me destruye.

Porque no estás acá, no volverás a estar acá, y necesito repetirmelo todos los días.

No volverás a estar acá

No volverás a estar acá

No volverás a estar acá

No volverás a estar acá

No volverás a estar acá

No volverás a estar acá 

No

Volverás 

a estar 

acá

Volverás a estar acá

Volverás a estar acá 

(Volvé)rás 

a estar 

acá.

Te quiero acá.

Me repito una y mil veces, como a un niño mandándole a realizar 100 oraciones aburridas y tediosas al día, para que se aprenda, pero yo intento aprender a mejorar mi amor propio, superar esa amargura. Entender que las cosas se tuvieron que dar de esa manera y listo, falsamente continuar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una salida y un menú

Me habita tu ausencia

Un trébol y un adiós