La angustiante inminencia de lo incierto

 Pienso, re pienso, extramegapienso todo el tiempo. Pienso en los minutos, segundos, microsegundos que me quedan por vivir, por seguir, por simplemente existir. Huyo, no me quedo, no me la juego, no intento, no me escabullo, no me arriesgo. Soy una pequeña tortuga que se esconde dentro del caparazón cuando piensa que hizo o dijo las cosas mal. Una amiga me dice; solta, solta el pasado, déjalo atrás. Eso no te define como tal, y ya no tiene porque frustrarte y hundirte cada día más. Soltar el pasado, ese pasado que me deprime Dejar atrás todo aquello que me hace mal Crear mis propias definiciones, vivir la vida en su totalidad, sin re pensar. Parar de pensar y empezar a disfrutar. Sólo lo escribo, dudo que lo cumpla a cabalidad.

Un día como cualquier otro, asistiendo al trabajo, atendiendo a los clientes, un día como cualquier otro, soleado, con el fuerte calor del verano. Fingiendo que todo va más que bien, y no, anoche no tuve una discusión de celos con mi esposo, no me lastimó, no me ofendió. No, no desconfía, solo me cuida y cuida lo que tenemos. Cuida de mí, para no perderme. Una compañera me observa atentamente, me pregunta qué me pasa, porque mi cara está pálida y con ojeras, dice que estoy irreconocible.   Ser parte del servicio al cliente y la imagen de la empresa es muy importante, hay que lucir bien todo el tiempo, para no asustar a los clientes, que vean una cara bonita. Pero hoy, hoy todo me pesa   No, hoy no, hoy estoy sin ánimos, no estoy maquillada, no estoy arreglada, me puse lo primero que encontré y volví aquí al lugar donde todo es diferente, la gente es amigable conmigo y al menos hay alguien que se preocupa por mí. Y sí, por dentro me muero, y estoy ahogándome en un mar de lágrimas, con e

 Tengo un mulato encerrado en el sótano, lo até de pies y manos, me mira con cara de enojo, enfatizo que todo lo que hago es por su bien, que ya no hará daño a los demás. El día que escapó de aquí, lo encontré con la ropa ensangrentada, no estaba en sus cabales, tenía odio en sus ojos, lleno de satisfacción, orgulloso de su acción. Me escuchó decir que tarde o temprano me deshaceré de él, que ya no puedo ocuparme de las cosas que hace, de la gente a la que lastima. Con la cabeza gacha, me dijo que viera quién se deshacía de quién. Que primero se deshará de mí y luego de los demás, que no entienden su forma de ser...

 Oye, me gustaría que me sorprendieras con algo nuevo, que no caigamos en lo cotidiano, sorpréndeme con algunas de tus ocurrencias, de esas que no me sé de antemano, hazme creer que puedo volver a confiar una vez más, que puedo creer en ti, cautívame con un futuro incierto, inventa un mundo extraordinario para ti, para los dos, que aunque todo es de papel, y se desintegra en nuestras manos, fingí que te intereso, y tan sólo hazme sentir que voy primera, que por un día soy tu prioridad, deja marcas en cada rincón de mi piel, que aunque me duela después, ayúdame a sanar o cambiar ese dolor por uno más intenso, cuídame, pero al mismo tiempo hazme daño, decepcióname, que duela tanto, tanto que no logre olvidarte, que cuando me aburra de tanta monotonía corra a buscarte.  Aunque me repita una y otra vez que debo alejarme de lo dañino, y asi poder curar cada una de mis heridas y volver a empezar Sólo me engaño, porque aunque lo intente Sé que volveré a vos. Pese al daño y al dolor Volveré, s

  Olvidé como se sentía el extrañar a alguien, que mientras pienso en ti y en nosotros, no sé si eso significa que te estoy echando de menos. Pero sé que tu compañía me causaba paz y tranquilidad. Desvelandonos en la madrugada, solos sin mediar palabras. Y en buscarte.. Busco tu silencio, aquél silencio que no incomodaba Busco tu presencia Busco escuchar solo el sonido de tu respiración a mi lado Busco aquella soledad que nos habitaba, que nos consumía y pese a todo, no nos aburría. No sé lo que estoy buscando, pero sé que estoy buscando tener la sensación de extrañarte No sé si te extraño, no sé si debería buscarte No sé si extrañarte está bien o el hecho de no saber si esto realmente es añorarte, si esto es buscarte, si esto es volver a querer estar contigo. En realidad no sé, no sé.   Tal vez lo sé, y simplemente no quiero asimilarlo. No sé extrañarte No sé buscarte No sé añorarte No sé en quién pensar si no sos vos Es extraño querer echarte de menos

 Fueron 90 minutos contados en la pantalla, una gran pantalla que iluminaba todo el lugar, miro a la gente emocionada por ver quién ganará. ¿Qué son 90 minutos para los demás? Supongo que nada, nada si no gana al que tanto apostaron. ¿Qué son 90 minutos para mí? Una eternidad, son minutos que tardan en llegar, solo quería que te dieras la vuelta y me mirases, que estaba a tu lado y mi corazón no dejaba de latir. ¿Qué son noventa minutos en la vida de alguien? La vida que no me concierne, hay mucho que hacer en esos minutos, pero lo que no quería era tener que ver solo una simple pantalla en la que había gente corriendo tras un balón, no quería. Quería que te fijaras en mí, que me miraras, que vieras que estaba a tu lado. Me di por vencida, me instalé y, como todos los demás, traté de entender qué era lo que tanto te interesaba La soledad debe parecerse mucho a esto, en el que una persona se sienta tan cerca de ti, pero a la vez está tan lejos de ti. Una presencia que en realidad estaba