Sigo sin quererme

 Me mirabas con tanta delicadeza, llenando todos esos espacios vacíos y rotos con ternura.

Frente a ti, me sentía frágil, que con una sola caricia hacías que mi cuerpo se parta en mil fragmentos.

Me entregué entera, sin saber que lo siguiente a eso sería una herida en el corazón casi a traición.

Fuiste como esos huracanes que destruyen todo a su paso, no hubo nadie que me dijera que era tiempo de salir huyendo, no habían señales de alerta, me quedé firme a tu lado, para ver el caos que ibas a provocar en mí.

Para saber que tanto volverías a destruirme.

Siempre torpe e ingenua creyendo que no me volvería a doler tu partida.


Torpe e ingenua que sigue cayendo en los mil cuentos que se les inventan.

Torpe e ingenua por dejarme llevar y derretirme en tus manos.

Por creer que vos, no podrías volver a herirme tanto.


Torpe e ingenua, por confiar en que esa sonrisa, no podría doler toda la vida.


El tiempo pasa y nunca espera a nadie, pero yo aún sigo dejando mi puerta entre abierta por si algún día decides regresar.


Aunque sé que ya no lo harás.

Entro en duda y empiezo a llorar.

Sabiendo que ya es tiempo de volver a empezar.

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