Mi suplicio

 Te siento dolor, como mil púas entrando en mi desencantada alma 


Te disfruto dolor en el desconsuelo de mi llanto incesante 

Te encuentro acompañándome cada día de mi vida, haciendo de ellas las peores vividas con pensamientos que me hunden en un pozo sin fin, donde no encuentro de qué sujetarme para volver a subir. 


¿Sabes dolor? 


Escribirte se me hace muy difícil, porque tengo tanto sentimientos que me impiden hacerlo, y quizás contarte. 


Que eres aquello que me hace sentir ausente entre tanta gente, una fachada insignificante y poco merecedora, disfrazada de fuerte y valiente. 


A veces la felicidad me es momentánea, porque nunca me sueltas del todo estás allí susurrandome cada suceso desgarrador que pudiera ocurrir, haciéndome sentir que todos escuchan lo que pienso, lo que siento. 


Con cada lágrima mi alma se marchita, van quedando solo heridas, de un cuerpo en penurias y agonía. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una salida y un menú

Me habita tu ausencia

Un trébol y un adiós