Salimos a comer, en el mismo sitio al que solemos ir, por aquí nada ha cambiado, tal vez ofrecen un menú más variado, no sé, solo quiero preguntarte ciertas cosas y deshacerme de las dudas, lo sé. Arruinaré todo, como siempre. Nos sentamos cerca de la ventana, te sentaste frente a mí, todavía no habíamos decidido qué pedir. Te ves cansado, con ojeras y sin muchos ánimos para estar aquí. - Pedí algo que te guste, no seas indecisa, tómate tu tiempo. Estaba mirando el menú y nada me atraía, así que fui al grano. Te enfrenté con mil dudas y miedos, te pedí que me dijeras si en verdad hay alguien más; lo sospechaba, lo imaginaba, cada día estabas más distante y lo nuestro era cada vez más lejano. Necesitaba que me dijeras, sé que la respuesta que anhelaba saber me rompería en mil pedazos. Quería que la respuesta saliera de tu boca, esa boca con la que tantas veces me dijiste que me amabas, me hiciste mil promesas, me juraste tantas cosas, ahora dirían algo que me lastimaría. -No me importa
Comentarios
Publicar un comentario