Verte tan lejano

 Cuando te veo simplemente me llenas de emociones irreparables, emociones únicas, me convierto en una niña que quisiera correr a tus brazos cuando te ve pasar.


Callo a todos mis miedos, dudas y angustias por imaginar un futuro a tu lado, uno donde solo estemos tú y yo.


Uno en el que ya no te vea con recelo y pueda pensar en días mejores junto a vos.


Uno en el que no te veas empequeñeciendo, mientras te alejas en lo más lejano de ese asfalto.



Te ofrecería todo lo que no le dí a otros amores, créeme.


No te prometería el cielo y las estrellas porque eso sería fantasear y creer en demasiadas expectativas, te ofrezco mis miedos, esos que me atormentarán por temor a perderte alguna vez.


Mi amor es doloroso e irradia ternura, es tan inmenso como el universo entero.



Podría decirte las locuras que me he imaginado hacer contigo, pero sé que asustaría a la transubstanciación, y sería culpable de transgresión por creer que aún existe el buen amor, cayendo en el viejo romanticismo, cuando sólo quiero dibujar un mapa en tu espalda, y encontrarme allí cada vez que me sienta perdida.


 Crezco en la osadía de la redundancia, pero seguiré en silencio hasta que al destino se le empecine juntarnos.

Y sólo por esta vez, ya no verte tan lejano.

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