Mi evento canónico del año fue, tener que estar sentada en el pasillo esperando a que la residente de turno mencione mi nombre, y devuelta por quinta vez volver a decir que te perdí, y que no tengo otra explicación más que dar. Con el corazón en la mano, y mi alma en grietas. Contestando las preguntas casi por inercia, porque no estaba tan siquiera allí, no dimensionaba nada de lo que ocurría a mi alrededor, estuve en modo automático, y daba respuestas a modo de sobrevivencia. Que si, es mi primer embarazo, que si fue mi primera pérdida. Escuche los típicos consejos de que soy joven, que vendrán tiempos mejores, que puedo seguir buscando tener otro bebito, que puedo seguir tratamientos e incontables consejos que he escuchado en todas esas idas y vueltas con un nudo enorme en la garganta y lágrimas que ya no me salían de tanto llorarte, de tanto implorar que otra sea nuestra historia, porque no sabes cómo te anhelaba, como contaba los días porque dejaras de ser semillita, como espe...
Mientras te observo dormir no sé quién sos, sos un extraño al cuál me he entregado de manera completa, que me causó una sensación momentánea, encerrandome en un mundo de serotonina y dopamina. Aislándome del mundo en esas cuatro paredes, en la que voy creando formas a las grietas, sentada en el borde de la cama. No siento nada más, sé que estás acá, pero no te siento. Despierta, dime quién sos, y porque te he ofrecido tanto. Respóndeme, abrí los ojos, decime porqué siempre trato de calmar tu dolor, de apaciguar tus tristezas, si cuando salgo por esa puerta no hay un nosostros, decime porqué si soy yo la que necesita un refugio en dónde calmar todo eso que hace tanto daño y que no lo hablo con nadie más. Decime quién sos y porque trato de encajar a vos y a lo que sos. Porqué necesito que creas en mí, que creas en mí más que en nadie, que sepas que aunque se haga de día, te escogería una y mil veces, que no me alejaría de tu lado. Dime porque te toco de manera tan suave, como si sup...
Paso mis días encerrada en la habitación, tratando de dormir para no pensar más. Si salgo, veo gente extraña tratando de encajar, gente monótona sin ningún semblante de felicidad. Todo inicia automáticamente, los días son iguales que ayer, las mismas personas, los mismos problemas, las mismas excusas. Llego a casa y me meto en la ducha, en medio de tanta agua no distingo mis lágrimas, me deshago de todo lo que soporté en el camino, luego voy e intento dormir. Todo dolor vuelve con más fuerza y me derrumba haciéndome sentir que no valgo nada. Las palabras se atoran en mi garganta, se crea un nudo que duele como mil púas. Estoy atrapada en mi mente como si fuera una prisión No puedo dejar de pensar demasiado No puedo mantener estos pensamientos fuera de mi cabeza, nunca es suficiente. Nunca termina, nunca para. Siempre va cobrando más vida.. Siento como si algo me faltara, siento un vacío que no se llena con nada..
Comentarios
Publicar un comentario