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Un angelito, que se quedó un ratito

 Mi evento canónico del año fue, tener que estar sentada en el pasillo esperando a que la residente de turno mencione mi nombre, y devuelta por quinta vez volver a decir que te perdí, y que no tengo otra explicación más que dar. Con el corazón en la mano, y mi alma en grietas. Contestando las preguntas casi por inercia, porque no estaba tan siquiera allí, no dimensionaba nada de lo que ocurría a mi alrededor, estuve en modo automático, y daba respuestas a modo de sobrevivencia. Que si, es mi primer embarazo, que si fue mi primera pérdida. Escuche los típicos consejos de que soy joven, que vendrán tiempos mejores, que puedo seguir buscando tener otro bebito, que puedo seguir tratamientos e incontables consejos que he escuchado en todas esas idas y vueltas con un nudo enorme en la garganta y lágrimas que ya no me salían de tanto llorarte, de tanto implorar que otra sea nuestra historia, porque no sabes cómo te anhelaba, como contaba los días porque dejaras de ser semillita, como espe...

Lo que buscas no está en mí

 Con tu ausencia hasta el vino me sabe amargo Te busco de manera desahuciante Los pensamientos negativos se instalan en lo profundo de mi desánimo   hacen un hogar en mi cabeza. Llegan para no marcharse más, ya que vos no estás.  Van diciendo que; aunque lo haga todo por ti e intente con todas mis fuerzas hacerte feliz, nunca será suficiente porque aquello que buscas, no está en mi.

En otra vida, mi vida.

  Dicen que buscar y extrañar son dos cosas distintas Pero yo no te busco, yo te extraño. Pero te siento tan ausente, tu energía sigue aquí latente, cuando creo al fin que he logrado perderte, te me haces presente. Pero no perderte, porque sé que podría volver a verte. Pero no verte, quizás cruzarnos por el mismo camino e ignorarnos como dos extraños con recuerdos latentes. Pero no presente, tu imagen se desintegra a contra corriente en mis días más deprimentes. Pero no latentes porque los latidos de tu corazón iban en contrariedad al mío. Pero no recuerdos frecuentes, sólo de aquel café en las mañanas y los sorbos de alcohol en aquellas noches en la que la cotidianeidad nos agotaba. Pero no en aquellas mañanas en las que despegarnos nos costaba y la soledad de nuestras almas se marchaban con los primeros rayos del sol dándonos a entender, que ya se había acabado nuestro anochecer. Nuestros momentos sobrevivían en la plenuria de la oscuridad y sus nieblas. Espero entienda...

Me habita tu ausencia

 La tristeza cohabita entre éstas paredes En cada noche la realidad me oprimía  Se me hundía el pecho tanto como si pudiera atravesar el colchón No podía respirar No podía dormir Daba vueltas y vueltas Y no me hallaba en ningún rincón No podía estar en silencio Me hundía cada vez más  e intento con fuerza encontrarme en aquellos recuerdos en los que me sentía segura junto a vos,  En dónde creía en imposibles porque sentía los latidos de tu corazón Quisiera que estés aquí para ver si los malos ratos se esfuman Y así encontrar mi refugio en tu piel una vez más Quisiera que estés aquí así compartir el silencio de otra noche más, en dónde tus fantasmas se van de paseo y disfrutas de sentirme sin miedo

Caída libre

 Él adormece los dolores más crueles y contiene todos los éxtasis; para decir las frases más largas no necesita palabras, tan sólo miradas. Junto a él, todo se siente como lanzarse a un abismo, nunca terminas de caer por completo. En caída libre te llenas de miedo, frustración y angustia. y luego un vacío en la razón, se quebró, caí, y caí — y di con un mundo, en cada zambullida, y terminé sabiendo — entonces— ¡Que de tal manera te quería, que estar sin ti es estar sin mí!

El tenebroso río

 Hace mucho tiempo, se hablaba sobre la existencia de un tenebroso río negro, que destilaba olores, y espantaba a cualquiera que se asomaba a verlo. Y por las tardes, los niños deseaban poder ir a jugar en la arena blanca, junto al río, pero no podían por el temor que algún monstruo saliera de aquellas aguas negras. El río solitario no sabía porque todos lo observaban con gestos, y huían cada vez que se les acercaban, él no tenía la culpa de los olores, ni de su color, recordaba los días en los que las personas amaban sus aguas cristalinas, chapoteaban y disfrutaban de su agua fresca en verano, con los árboles verdes que rodeaban todo el río, y la arena blanca para poder construir un castillo. El río veía como los demás tenían cambios diversos que aparecían con las estaciones del año, pero él, él seguía igual con aquél color negro y oloroso. - Por favor lluvia, ayúdame a volver a ser como antes, a tener de nuevo un color brillante, y ya no este tono oscuro. - Exclamó el río con tri...

Jamás podría ser fácil

  Cuando parezca fácil que cargue con tu dolor, y que entre otras sábanas no encuentre tu mismo calor. Cuando entre tanta niebla me topé con tu cuerpo, y toda mi alma se llene de luz. Sólo allí empezaré a merecerte por completo  Por miedo a alejarte contuve la respiración, sabiendo que lo que más me ahogaba eran las palabras que nunca te terminé diciendo.  Exhalo bajito para que no escuches la cantidad de verdades que escondo en el armazón de mi mente y corazón Así no huyas de mí, ya que el amor es eso que tanto evadis.